¿Por qué tener un oso cuando se pueden tener dos? La protagonista de esta historia lo sabe mejor que nadie y por eso tiene uno grande y uno pequeño. El grande posee la fuerza de un gigante y el pequeño…Pues el pequeño es suave y tierno como un algodón.
Y tú, ¿a qué esperas para tener dos?
Gracias a nubeOCHO por confiar en el poder de la ternura y a Rocío Bonilla por ilustrarla tan requetebién.
Disponible en inglés y en español.